informa: Joaquim Labiós De Vriese
Rayos, lluvia y un gran arco iris. Con los puestos pasados por agua y los elementos jugando con los expositores comenzó el viernes una feria esotérica que remontó el sábado y que se alargó hasta el domingo. En un principio iba a ser un evento de dos días, pero el viernes el tiempo fue caprichoso y no se tiraron las cartas, no se vendió casi, y los elementos no permitieron cumplir con las actividades. El sábado arrancó perezoso y soleado, poco a poco fueron acudiendo curiosos, vecinos y amigos del reiki, el esoterismo y las terapias alternativas. Las altas temperaturas retrasaron la gran afluencia de público hasta la tarde, pero el día acabó bien. "Ha tardado en arrancar, pero al final hemos cubierto las espectativas" comentaba un vendedor de libros especializado en crecimiento personal y literatura india. Los 3 establecimientos de restauración sirvieron cerveza, comida y permitieron el descanso de los asistentes, que se sentaban a hidratarse y llenar el estómago. Las charlas, el yoga, ejercicios de reiki, demostraciones de como funcionan los orgonites, corrección posturar y problemas de columna, música, y los complementos esotéricos atrajeron el intercambia de información y la curiosidad o la ampliación de conocimientos de los que acudían. La magia del parque se vio iluminada por una inmensa luna.
El domingo volvieron a la carga los que todavía tenían fuerzas y querían compensar la merma del viernes. Algunos terapeutas hicieron noche en el propio parque, entre el sonido de las aves, del agua y los majestuosos árboles.
Una feria seria sobre el tema, con buena energía y expositores muy profesionales y bien seleccionados en un sector en el que son fundamentales la profesionalidad y las buenas prácticas.
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